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¿A qué sabe la luna?

Nosotros ya hemos probado un trocito… y a ti ¿a qué te sabe la luna?

En Educación Infantil nos encantan los cuentos. A través de ellos, descubrimos, imaginamos, viajamos a otros lugares y vivimos un sinfín de aventuras…

Nos ayudan a estimular nuestro lenguaje, aprender valores a través de sus moralejas y, por supuesto, despiertan nuestra pasión por la lectura. ¿Qué mejor manera de aprender algo cada día que a través de ellos?

Esta vez, hemos acompañado a un montón de animales que estaban intentando llegar a tocar la luna.

¿Queréis saber lo que ocurrió?

ÉRASE UNA VEZ…

Un tiempo en el que los animales deseaban averiguar a qué sabía la luna.     ¿¿Sería dulce o salada? Tan solo querían probar un pedacito. Se estiraban e intentaban cogerla, pero ni el animal más grande podía alcanzarla.

Entonces tuvieron una idea. Se fueron subiendo unos animales encima de otros hasta que ¡ZAS! El animal más pequeñito de todos, el ratón, consiguió darle un mordisco a la luna y repartir un trocito entre sus amigos.

Y, ¿sabéis a que les supo la luna? Exactamente a aquello que más le gustaba a cada uno.

Para trabajar este famoso cuento de Michael Grejniec, hemos realizado distintas actividades.

HABLAMOS SOBRE EL CUENTO

En primer lugar hemos respondido oralmente a distintas preguntas previas a su lectura así como posteriores a ella para ver si lo habíamos comprendido.

Puesto que en el cuento aparecen un montón de animales  hemos aprovechado para escribir sus nombres, imitar sus gestos, enumerar cuántos son…

REALIZAMOS NUESTRA TARJETA SOBRE EL CUENTO

Hemos escrito nuestro nombre en la tarjeta. Nos ha servido para recordar cómo se escribe y qué letras tiene. Y algo muy divertido, con nuestro medidor de ¿A qué sabe la luna? nos hemos medido para saber lo altas que somos.

Por último, hemos pensado a qué nos gustaría que supiera nuestra luna y también lo hemos anotado en la tarjeta. Hemos descubierto que a cada una nos sabía a algo totalmente distinto: a fresa, chocolate…

ACTIVIDADES EN LA PDI.

La pizarra digital forma parte del uso cotidiano en el aula por ser un recurso muy motivador y con múltiples posibilidades de cara a los aprendizajes.

Por ello, hemos realizado distintos juegos relacionados con el cuento: búsqueda de vocales perdidas en las palabras, ordenar los animales en la posición correcta en la que se suben para tocar la luna…

¡Nos hemos divertido mucho!

¿QUÉ HEMOS APRENDIDO?

Aparte de todo lo mencionado anteriormente, no podemos olvidar que, como en todo cuento, podemos extraer una gran enseñanza.

Hemos descubierto la importancia del trabajo en equipo y el esfuerzo para conseguir algo que en principio parece inalcanzable.

Hemos reflexionado sobre los innumerables valores que podemos trabajar a partir de él: apoyo mutuo, solidaridad, la importancia de la amistad y el valor de las aportaciones que todos hacen para llegar a la luna sin importar si se es grande o pequeño, descubriendo así que las diferencias son enriquecedoras para conseguir un bien común y, que si nos esforzamos podremos conseguir lo que queramos.

Nosotras ya hemos probado un trocito…

Y, a ti ¿A qué te sabe la luna?