“¡Oh, María Inmaculada, estrella de la mañana que disipas las tinieblas de la noche oscura, a Ti acudimos con gran confianza!” (San Juan XXIII).

El pasado viernes celebramos la fiesta más esperada por todo el colegio: La Fiesta de María.
Es una fiesta para la que nos preparamos durante todo el mes, ya que todos los días de mayo nos hemos encontrado con María para ofrecerle una flor en forma de compromiso. Así, poco a poco, a Ella la hemos ido llenando de flores y nosotras hemos intentado mejorar cada día, siempre de su mano.
El día de la fiesta, las emociones estaban a flor de piel. Comenzamos a llamarla muy bajito, muy bajito, casi susurrando: María, María… y entonces se abrió el telón y pudimos contemplar una imagen preciosa, que nos dejó sin palabras. Pues, además de haber ofrecido nuestras flores simbólicas, María se encontraba rodeada de preciosas flores de distintos tipos y colores, que formaban un hermoso jardín alrededor de Nuestra Madre del Cielo.
El coro del colegio piropeó a María de la mejor y más bonita forma que saben hacerlo, cantando unas preciosas canciones dedicadas a la Virgen; con las que además, llenaron el corazón de emoción y alegría de todos aquellos que lo escuchamos.


Después, algunas niñas bailaron a la Virgen la danza de los arcos, explicándonos que antiguamente, esta danza se bailaba para festejar a la Virgen de cada localidad. Ellas, por su parte, nos contaron que cada una de las flores de sus arcos simbolizaban su esfuerzo, su dedicación y su compromiso de mejorar cada día, acompañadas siempre de María.

Realizaron un baile precioso dedicado a la Virgen, con el que todos los presentes disfrutamos y nos entusiasmamos mucho.

El broche final de esta bonita fiesta, lo pusieron las más pequeñas del colegio. Las niñas de Educación Infantil quisieron dedicarle unos preciosos piropos a María, acompañados de una poesía y una canción.


Para que podáis ver todo con mayor detalle, os dejamos el enlace a la galería de fotos y al vídeo.