Siempre hemos escuchado la importancia de conocer el pasado para que, si no ha sido bueno, no se vuelva a repetir. Por eso, valoramos la Historia como una materia educativa que ayuda a nuestras alumnas a comprender el pasado e interpretar el futuro.
Los estudios pedagógicos realizados ponen de manifiesto que en el aprendizaje de la Historia intervienen una serie de habilidades o capacidades cuyo desarrollo no concluye completamente antes de la adolescencia. Por eso, nos toca a nosotras durante la etapa de la Educación Primaria sentar las bases de dicho proceso.
En este caso, se trataba de trabajar en el curso de 6.º de Educación Primaria la línea del tiempo de varias formas, de modo que terminen familiarizándose con ella y la interioricen sin problema.
Se propuso trabajar en pequeños grupos, de dos o tres niñas, una línea de tiempo de las etapas más importantes de la Prehistoria y de la Historia, con la que más adelante se haría una breve exposición para el resto de la clase. A cada grupo se le asignó un período de tiempo diferente.




A partir del tema que se les dio, donde encontraron un resumen y un esquema con imágenes de cada etapa, debían decidir cuáles serían los acontecimientos más importantes y en los que se iban a centrar. Se trataba de que por unos momentos se sintieran un poco historiadoras, decidiendo qué datos históricos contar y cuáles no, qué fotos utilizar, cómo resumir el texto, qué fragmento destacar, etc.
Para que la información que iban a contar fuera más enriquecedora buscaron más información e imágenes en internet. Y lo más importante, se tuvieron que poner de acuerdo con el grupo acerca de cómo hacer la exposición: quién comenzaría a hablar, quién explicaría las fotografías, quién haría al final de la exposición una conclusión de nuestro trabajo, etc.
Cuando todos los grupos expusieron, colocaron sus trabajos en la pared del pasillo. Ha sido importante que valoraran la importancia de colocar cada parte en su lugar, creando así una verdadera línea del tiempo gigante.





Posteriormente, el trabajo se planificó para que entre todas pudieran crear una línea del tiempo personal que les ayudaría a preparar la prueba escrita.
A la vez que se escribía en la Pizarra Digital Interactiva (PDI), mediante la Tablet, con el programa “GoodNotes”, las niñas lo trasladaban a una hoja DIN-A 3.
Debían tener cuidado con la orientación espacial de la hoja, ya que no estaban acostumbradas a ese tamaño, pero al final les salió bastante bien.


