Dicen que la lectura nos ayuda a interaccionar mejor con el medio y a conocer más en profundidad el entorno que nos rodea. Será por eso por lo que a las alumnas de quinto nos gusta tanto la lectura.

En este caso, cayeron en nuestras manos varios cómics, cada uno con un estilo y personajes diferente. La profe nos dijo que se trataba de una selección de los cómics más leídos, pero también los más antiguos de la biblioteca.

Casi sin darnos cuenta, cogimos uno cada una, el que más nos llamó la atención, y en la clase comenzó a reinar el silencio. El clima de lectura se había adueñado de ella.

Después de un rato leyendo, la profe llamó nuestra atención, no nos podíamos pasar la mañana con el cómic. Pero nos propuso un plan interesante: debíamos convencer al resto de las compañeras de que nuestro cómic era el mejor, el más cautivador, el más interesante, el que todas quisieran elegir la próxima vez.

Para ello podíamos usar todo tipo de materiales, aunque tan solo contábamos con diez minutos de preparación. Así que, sin perder tiempo, nos pusimos manos a la obra.

Después de la exposición pudimos llegar a la conclusión de que somos unas grandes vendedoras de cómics, y que pasamos un buen rato escuchando los divertidos argumentos de nuestras compañeras.
Por cierto, si nos permitís un consejo:
“Leer, es más divertido de lo que parece”.
