Durante varios días, hemos estado en los ratos de recreo contando chistes y riéndonos mucho.


Aunque parezca una tontería, es importante fomentar los momentos de distensión y relax en el aula para que los alumnos entiendan que su clase, y el cole en general, es un lugar al que se viene a aprender pero también a sentirse a gusto y en armonía.

Beneficios de los chistes en los niños
El uso de chistes en el entorno escolar tiene una serie de beneficios, entre los que destacamos:
- Ayudan a desarrollar la empatía del niño, pues se darán cuenta de que otras personas también se pueden divertir (las que aparecen en los propios chistes).
- Aumentan la confianza y la autoestima, ya que los chistes hacen reír y la risa, según muchos estudios, ayuda a que los niños desarrollen una mejor autoconfianza y una autoestima alta.
- Ayudan a mejorar la memoria y el vocabulario, pues cuando quieren contárselo a otras personas, hacen el esfuerzo de recordarlo y repetirlo. Este proceso de memoria y repetición les ayuda a desarrollar habilidades importantes.




El sentido del humor puede convertirse en el antídoto perfecto para despertar en los niños el deseo de descubrir las novedades de las páginas de un libro que comparte breves historias en forma de chistes.
Desde el punto de vista educativo, los niños adquieren nuevas habilidades a través de la experiencia de contar chistes en el ámbito familiar. Adquieren habilidades de comunicación que son importantes al hablar en público. Un beneficio que, a su vez, también experimentan los adultos. Los chistes agudizan el ingenio en la observación de la realidad.


¿Sabéis cuando se celebra el día del chiste?
El 1 de julio es el día internacional del chiste, y para celebrarlo os dejamos este divertido vídeo que hemos preparado.