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Comenzamos el curso «A corazón abierto»

El pasado 7 de septiembre, comenzamos el curso después de un larguísimo verano, llenas de alegría,  ilusión y muchísimas ganas.

En la imagen, que nos va a acompañar durante este curso y que adornará nuestras clases y pasillos, vemos a Santa Ángela y a Jesús saliendo al encuentro de las niñas del cole.

Unas niñas, nuestras alumnas, que esperamos que encuentren aquí su segunda casa y que quieran convertirse en las verdaderas protagonistas de este bonito proyecto formado por toda la comunidad educativa, que quiere llegar a ser una gran familia junto a ellas.

Este año nos hemos propuesto un reto: vivir nuestro día a día “a corazón abierto”. Pero… ¿Qué supone vivir de esta manera?

Vivir a corazón abierto supone vivir con un corazón como el de Jesús: sin puertas, sin candados, sin llaves que lo cierren, sin letreros ni horarios… un corazón que invita a “pasar sin llamar”, libremente y sobre todo a permanecer en Él…

Dios nos anima a regalar Amor, a ser capaces de reír, y también de llorar. Capaces de mirar y percibir lo mejor en el corazón de las personas. Capaces de comprometernos, de arriesgarnos, de seguir sus huellas cargando con nuestras cruces…

De aventurarnos a decir la verdad que necesita ser escuchada. De entregarnos del todo, en todo. De vibrar. Un amor que a veces nos puede hacer vulnerables, porque el que ama se expone; que hace digno a quien lo recibe (“ya no os llamo siervos, os llamo amigos”). Que se expresa por los caminos, en los gestos, en las opciones y los riesgos. Que no exige contrapartida.

Un Amor que es corazón, pero también cabeza y manos. Un amor, que es emoción, pero también pensamiento. Que es deseo, pero también propósito. Que  es enorme y pequeño a un tiempo, que es alegría, y preocupación, que es esperanza…

Jesús nos enseña a querer en lo poco y en lo mucho. Que ese “querer” toque nuestro trabajo, los estudios, la relación con nuestra familia, la oración con nuestro Padre…

Nos comprometemos pues, a abrirnos al esfuerzo, al compromiso, a la amabilidad, al compartir…, en definitiva, a ser cada día un poquito más como lo es Él:  SIRVIENDO al que necesite ayuda, sintiendo INQUIETUD por los otros,  INTERÉS por los cercanos pero también por los desconocidos, CARIÑO para los buenos momentos pero, sobre todo, cuando alguien tenga alguna dificultad, PERDÓN que construya y ACEPTACIÓN cuando no salgan las cosas como esperábamos…

Pero… ¡Un momento! ¡Párate a escuchar…! Alguien está llamando a tu corazón ¿Le dejarás entrar?