El equipo de infantil os quiere presentar el nuevo proyecto que hemos elaborado para trabajar el área de la lectoescritura. Nuestro proyecto se llama “Letritas”.
Esta idea nace del análisis y la investigación durante años de los problemas que aparecen cuando los niños aprenden a leer. A pesar de haber estado trabajando con varios métodos, no hemos conseguido resultados exitosos y funcionales que ayuden a nuestro alumnado a conseguir mejorar su capacidad de lectoescritura.



Es cierto que cada año observamos cómo los índices de atención de nuestro alumnado van bajando. La exposición al mundo digital en edades tempranas está influyendo negativamente en el aprendizaje de nuestros niños. Cada vez resulta más complicado aprender conceptos tan abstractos como son la lectura y la escritura.
Nuestra labor como profesorado es formarnos en propuestas metodológicas, permitiendo que el alumnado adquiera la lectoescritura de una manera más natural.
Hay tantas maneras de aprender a leer y a escribir como niños hay en el mundo. La diversidad de perfiles que nos encontramos es tan variada y diferente que necesitamos diseñar actividades que permitan ayudar al mayor número de alumnos. Nuestro método se basa en respetar al máximo la progresión del alumno de manera que es fundamental ir paso a paso afianzando las bases. Realizando este tipo de actividades se pueden evitar las dificultades en la lectoescritura.
Nuestro código alfabético está compuesto por 24 fonemas o sonidos que se representan con 27 grafías y 5 dígrafos (ch, ll, rr, qu, gu). Cuando empezamos a leer es fundamental que los niños comprendan cuántos sonidos tienen que aprenderse para ir contrastando cuál conoce y cuál no. Esto ayudará al niño a tener una visión global de las letras que son amigas (las que ya se han trabajado) y las que son desconocidas (las que faltan por trabajar).
Cuando nos estamos iniciando en la lectura resulta fundamental tener una buena base. Por ello, el desarrollo del metalenguaje se convierte en una herramienta clave que asegura la adquisición de todos los procesos lectores. Que los niños sean capaces de manipular los sonidos dentro de una palabra o una frase facilita en gran medida el proceso lector. El desarrollo de la conciencia semántica (manipular las palabras), la conciencia léxica (manipular las sílabas) y la conciencia fonémica (manipular los fonemas), ayudará a los niños a aprender a leer de una manera más eficiente.
¿Cuáles son los pasos que seguimos?

Nuestro objetivo es desarrollar la capacidad de aprendizaje y los prerrequisitos para aprender la lectoescritura, fomentando las habilidades fonológicas y las capacidades cognitivas, lingüísticas y psicomotrices.
Nos centramos en desarrollar la conciencia léxica, es decir, la capacidad para segmentar las palabras, evitando que el alumno cometa errores al unir las palabras. Además, vamos potenciado el aprendizaje del vocabulario.
Iniciamos el aprendizaje de la conciencia silábica y la fonémica (solo vocales), aunque damos importancia al sonido y no a la grafía, buscando palabras que “empiecen por…”, “si contienen el sonido…”.




Empezamos a trabajar con las letras, aunque seguimos dando más importancia al sonido que a la grafía. Por ello, hemos incorporado el uso de las “bocas” y de los signos para representar las letras, trabajando el contenido desde el mayor número de vías posibles.
Cuando empezamos un sonido seguimos siempre un mismo patrón:
- Analizar cómo es el sonido y como ponemos nuestra boca al pronunciarlo.
- Discriminamos el sonido del resto de sonidos que conocemos.
- Identificamos en qué palabras aparece el sonido. Buscamos palabras que empiecen por…, que acaben por… o que contengan…
- Jugamos a manipular el sonido (cómo suena una palabra si quito el sonido… )
- Realizamos el reconocimiento y trazado del grafema. En 4 años damos prioridad a la autonomía, por ello, la escritura libre se realiza en mayúscula. A medida que van cogiendo el trazo de las letras se va potenciando la escritura en minúscula.
- Concluimos con tareas de lectura y escritura. Incrementando poco a poco el nivel (letra- sílaba- palabra- frase).
Enseñar el código alfabético, y asegurarnos que van consiguiendo cada uno de los fonemas, será la base para asentar un aprendizaje constructivo. Aunque no todos los niños van a aprender a leer y a escribir al mismo tiempo. El objetivo es trabajar sobre una buena base, de manera que cuando el alumnado esté suficientemente maduro, pueda alcanzar la lectoescritura de una manera más natural.